3 semanas – 3 paletas

¡Buenos días!

Siguiendo con mi paranoia de los propósitos para el 2017, uno de ellos pero que intenté hacerle “poco bombo” fue elegir una paleta de sombras de ojos y usarlas durante todo la semana.  No quise meterlo en firme dentro de los propósitos ya que no me veía capaz de hacerlo realidad pero tras tres semanas haciéndolo puedo daros mi veredicto sobre las tres paletas que usé.

Y como no es lo mismo contarlo que vivirlo, he vivido tres semanas usando tres paletas diferentes a la semana y a continuación os indico los resultados del experimento.

Como podéis comprobar las elegidas han sido grandes amigas y compañeras ya que no quería desistir desde el minuto cero en mi propósito aunque no en todo el resultado ha sido el mismo.

Para mi primera semana elegí todo un clásico, la Chocolate Bar de Too Faced. Siempre ha sido una imprescindible para mí pero después de esta semana ha subido al altar maquillil (imaginaros a mí vestida de Beyonce en los Grammy plis)  y no la va a desplazar nadie de ahí, never and ever. La verdad es que mi relación con esta paleta pese a ser buena nunca era plenamente satisfactoria porque acababa siempre usando los mismos tonos y sentía que la “desaprovechaba”. Tras toda la semana usándola he notado que puedes hacerte infinitos looks con ella y no me he cansado de utilizarla después de tantos días. ¿Veredicto?  Perfecta y ahora sí que sí. Me he hecho de todo con ella y no me he cansado en ningún momento tras estos 7 días, es más, he pensado en volverla a repetir y guardarla a fuego en mi neceser de diario.

Tras el éxito de mi relación con la Chocholate Bar elegí otra de mis favoritísimas del momento, la paleta de Morphe en colaboración con Kathleen Lights. Desde que la tengo en noviembre no he podido dejar de usarla. Las sombras son de lo mejorcito que he probado nunca y pese a que tiene algunos colores que ni fu ni fa creo que tiene los tonos perfectos tanto de transición como de brilli brilli para mi párpado móvil y además la primera sombra queda perfecta como iluminador. Esa es la introducción de la paleta pero al tener que usarla toda la semana me ha resultado un poco cansino al final. No porque no sean preciosos los resultados pero no hay tanta gama de color como pasa con la Chocolate. Sí, los tonos marrones son perfectos y tienen tonos para crear transiciones muy bonitas pero para usarla a diario, sólo esa… no me gusta. ¿Veredicto? Si sólo amas los marrones es perfecta pero si necesitas un granate o un verde… no es tu paleta.

Acabamos con la que denomino Joya de la corona o una de las mejores paletas que tengo y es la Modern Renaissance de Anastasia. Sé que los colores son más fuertes y menos discretos para diario, y eso unido al hecho de que he tenido conjuntivitis ha conseguido que sólo la haya utilizado tres días esta semana pasada. Es muy bonita, es increíble pero para diario, o por lo menos en mi caso… no, no la veo de utilidad. Pese a tener sombras muy bonitas no he conseguido el mismo resultado que he conseguido con la Chocolate.

Y hasta aquí mi veredicto. Como podéis comprobar ha ganado por goleada la Chocolate Bar. La de Anastasia y Morphe no es que no me gusten si no que me he cansado de utilizarlas todos los días cosa que no me ha pasado con la de Too Faced.

Termino comentándoos que soy una persona muy variable con el maquillaje y que me gusta cambiar todos los días y esto ha hecho que este propósito me resulte bastante complicado. Puede que esta condición haya hecho que poco a poco me haya ido cansando de las paletas que voy utilizando.

Esta semana, de momento, estoy con mi paleta de Nabla y combinándola con mi paleta de Kat von D Shade and light y poco puedo decir, sólo que espero no cansarme de una de mis sombras favoritas: Sandy de Nabla.

Y hasta aquí el post de hoy.  Ahora comentarme, ¿habéis intentado hacer algo parecido y habéis cambiado de parecer respecto a lo usado? ¿Sois capaces de usar una paleta durante una semana seguida sin cansaros?

Nos vemos entre lecturas 😉